La fibra de vidrio tiene una reputación, similar al asbesto, como un material que se usa en la construcción de edificios y productos, aunque puede ser dañino para los humanos. Como su nombre lo indica, la fibra de vidrio se compone de fibras de vidrio. Se utiliza como material aislante y para fortalecer los plásticos, por lo que puede encontrarlo en cualquier lugar, desde materiales para techos, filtros de hornos y tuberías, hasta cañas de pescar y tablas de surf.
Sin embargo, a diferencia del asbesto, la fibra de vidrio está hecha por el hombre y no se ha relacionado definitivamente con enfermedades como el cáncer. Sin embargo, es similar porque tiene las mismas hebras o fibras, se sostiene bien como material compuesto y es irritante. Si alguna vez has trabajado con él, sabes a lo que nos referimos. Estas fibras delgadas y afiladas pueden incrustarse en la piel y causar dermatitis de contacto, y cuando un material hecho de fibra de vidrio se rompe o se corta, las partículas liberadas transportan polvo de vidrio fino que puede afectar la respiración. Las membranas de la garganta, la nariz y los ojos también son susceptibles a estas partículas.
Pero, ¿qué pasa cuando estas partículas se adhieren a tu ropa? ¿Las personas que trabajan con fibra de vidrio día tras día simplemente tiran su ropa de trabajo, o hay una manera de hacer que se vuelvan a usar?