Muchas plantas, a medida que maduran, necesitan apoyo para ayudarlas a crecer. Esto es especialmente cierto en el caso de las plantas de tomate y las plantas trepadoras como los frijoles, los pepinos y las calabazas de invierno.
A medida que las plantas de tomate maduran, comienzan a extenderse por el suelo porque se llenan de frutos. Si se deja crecer sin entrenamiento, la fruta se expone a quemaduras solares y tiende a pudrirse. Una forma efectiva de prevenir estos problemas es entrenar las plantas para que crezcan verticalmente estacándolas con estacas. Otro método de entrenamiento simple es construir jaulas de tomate. A medida que crece la vid, guíe los tallos hacia la jaula.
Puede usar su espacio vertical diseñando un sistema de enrejado para soportar plantas trepadoras y trepadoras como frijoles, pepinos y calabazas de invierno. Una consideración importante es la robustez. Las vides y el viento tirarán de él durante varios meses, así que construya bien el enrejado. Los tallos de las plantas de frijol se enroscarán alrededor del enrejado como soporte; con un poco de orientación, las cucurbitáceas agarrarán el enrejado con sus zarcillos.
